Mi grupo original se disolvió en parte por el Vampiro, contrastaba totalmente con la idea de AD&D al que llevábamos años jugando y querían que nos pusiéramos a jugar Vampiro. Yo me negaba rotundamente a arbitrar dicho juego, pues ya había tenido algunas experiencias con frikis góticos en la facultad y no me gustaba para nada su rollo.
Entonces yo era más joven y más intolerante, los góticos me parecían una panda de maricones vestidos de negro, una moda pasajera que pasaría en algún momento, y el Vampiro una enfermedad para el rol tan dañina como el Magic The Gathering. El rol hasta entonces sólo estaba representado sólo por juegos de lo que hoy se llama Old School. Después de disolverse el grupo, no encontré a nadie dispuesto a jugar a otra cosa que no fuera el puñetero vampiro, ni en la facultad ni en ninguna otra parte, y pasé unos 5 años que no toqué un dado, simplemente esperando que pasara la tormenta... Aquí en Sevilla dio muy fuerte el juego, se organizaban vivos y quedar para jugar ya era sinónimo de meterse en un garaje a ponerse todos a hacer el polla vestidos de negro diciendo que uso proteam o que mi sire era primo hermano segundo de Caín.
Mirándolo retrospectivamente al paso de los años, Vampiro hizo evolucionar el rol; hizo que este saliera de los nerds empollones de universidad o instituto, que empezara a popularizarse entre las chicas... Que jugar rol empezara a ser una actividad común como otra cualquiera entre los chavales... hasta que se pudiera ligar jugando rol. Ahora lo veo así, pero entonces no, solo veía que el resto del mundo rolero se volvió gótico y yo pasaba de convertirme en uno de ellos.
Actualmente, Vampiro me parece solo otro juego más, de los cientos y cientos que hay, ni me cae bien ni mal, hasta he dirigido o jugado alguna vez. Mi personaje preferido es un médico judío nazi, suele ser Nosferatu o Salubri, y no ir pegando mordiscos por ahí, sino un juego más cerebral e interpretativo.
Hasta los viejos ogros aprendemos nuevos trucos con el tiempo :)
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