He encontrado la galería de un fotógrafo llamado Jan Von Holleben que me ha encantado. Este hombre juega con la ilusión óptica en sus fotografías para darle un toque mágico y a la vez de lo más cotidiano. Sin usar efectos de retoque, sin atrezzo estrambótico, solo con un par de niños (de carne y hueso) y cosas corrientes que podemos encontrar en nuestra casa. Daría la impresión que cualquiera de nosotros con lo que tenemos a mano podemos hacer estas fotos.
Este fotógrafo pone sobre el suelo a unos niños (supongo que serán sus propios hijos) y los rodea de elementos simples y cotidianos: como una escoba, una papelera, un par de botas, un palo de fregona... entonces actúa la magia: las fotos resultantes parecen viñetas de cómic o carteles de alguna película infantil. El autor sabe encontrar dinamismo y vida en las posiciones estáticas de los niños (porque se ve claramente que están en el suelo sin moverse) y nos demuestra que no se necesita salir de casa para ser un gran fotógrafo.
Si te dejas llevar un poco por la ilusión óptica, ves a los críos volar, saltar, aplastar edificios o lanzar rayos.
Si os han gustado las fotos de ejemplo, podéis visitar la galería del autor y verlas todas.
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