Tras meses de retraso, hoy por fin me decidí a darle otro empujón a este proyecto y sacar la tercera parte de esta serie a medias entre ambientación de rol y relato que llevo haciendo desde hace tiempo.
Si no habéis leído las dos partes anteriores, aquí las tenéis:
Un resumen rápido de lo que ha pasado hasta ahora: La Tierra ha contactado con una raza alienígena hostil que ha mandado una flota de miles de naves para arrasar el planeta. El planeta está condenado, pero justo antes de la llegada alien se lanzan dos naves colonizadoras hacia Beta Caeli, una estrella con un planeta habitable, en un intento de evitar la total aniquilación.
Esta historia se centra en el viaje de una de dichas naves.
Tercera etapa: Viaje Alucinante
El viaje del Unity está destinado a durar mucho tiempo, demasiado.
Se necesita personal humano consciente (no hibernado) para encargarse de algunas decisiones menores que la computadora de la nave no puede afrontar por sí sola, aparte de las inevitables reparaciones que hay que hacer una y otra vez.
Se establece desde el principio un sistema de rotación de tripulantes. De las 50.000 personas hibernadas en la Unity, hay un millar de tripulantes de diversos rangos y responsabilidades, más una camarilla de oficiales superiores y el capitán que se supone no deben despertarse en todo el viaje y hacerlo cuando la nave llegue a su destino.
Los turnos se establecen en rotaciones de dos años. Diez personas durante esos dos años. Pronto esto se demuestra impracticable, pues solo 10 personas encerradas durante tanto tiempo para encargarse de una nave tan grande provoca conflictos, rencillas, incluso algún que otro crimen pasional durante los interminables turnos.
Primera crisis
Durante el quinto turno, tras 10 años de viaje, una sangrienta pelea entre dos tripulantes casi provoca el fracaso del viaje. Uno de los motores direccionales de la nave queda dañado cuando uno de estos hombres lanza al otro sobre la turbina colectora principal del motor direccional.
La computadora decide despertar al oficial superior de seguridad de la nave para que tome una decisión. Este decide congelar a todo el mundo hasta nueva orden, y establecer un nuevo sistema experimental de llevar la nave.
A partir de entonces los turnos se hacen con solo dos tripulantes, un hombre y una mujer que además estén unidos sentimentalmente o sean emocionalmente compatibles.
Este experimento resulta algo más estable, aunque no exento de problemas.
Segunda crisis
Tras diez períodos usando este sistema, a los 30 años de viaje la pareja tripulante descubre por casualidad un error de cálculo en el rumbo provocado por el motor direccional dañado desde hace dos décadas. La nave lleva 20 años viajando en la dirección incorrecta, desviándose de su rumbo original. Esto provoca que la pareja de tripulantes se suicide y la primera gran crisis del viaje.
La computadora despierta al oficial científico, al ingeniero jefe y al mismo capitán en esta ocasión. Estos deciden despertar a unas cien personas más y entre todos vuelven a enderezar el motor averiado.
Se toma una decisión draconiana sobre los turnos de guardia y mantenimiento del personal consciente. En vista a evitar un nuevo accidente de este tipo, se deja la supervisión de la nave a la computadora, sin ningún tripulante, despertando solo a una persona cada seis meses para asegurarse que todo está bien y realizar las tareas de mantenimiento que haya que hacer.
Las diversas tripulaciones de guardia mantienen una bitácora de viaje exhaustiva durante los primeros años, pero tras una docena de cambios de turno esta se va descuidando. Llega un momento en que simplemente se abandona, la tripulación deja de anotar lo que pasa durante su período (en muchos de ellos simplemente no pasa nada) y se limitan a mantener la nave entera y en rumbo hacia su destino.
La Gran Crisis
La decisión de dejar la nave vagar por pura inercia por el vacío interestelar resulta ser totalmente desafortunada. En algún momento durante la sexta década de viaje la nave atraviesa una zona de inestabilidad electromagnética (un fenómeno desconocido hasta ese momento que bien podría llamarse una tormenta espacial). La tormenta provoca una ionización masiva en los componentes de la computadora principal, alterando sus sistemas, dejándola prácticamente fuera de servicio (pantallazos azules del espacio).
La electrónica de muchas de las cápsulas de hibernación a su vez es dañada, provocando que un 35% de todo el pasaje muera en sus ataúdes de hielo durante la tormenta.
La computadora es la que se ha encargado hasta ahora de despertar a los tripulantes de guardia, pero al estar bloqueada deja de hacerlo. La nave continúa sin supervisión ni un rumbo determinado durante décadas, con cápsulas que fallan esporádicamente matando poco a poco al pasaje.
El viaje del Unity bien podría terminar aquí, pero las leyes de la probabilidad hacen que una de las cápsulas despierte a un pasajero ordinario en lugar de matarlo. Este pasajero se las ingenia para sobrevivir en la nave averiada, más aun, para conseguir descongelar a otra docena de personas, que deben afrontar cómo arreglar la nave.
Finalmente es despertado un miembro de la tripulación, que a su vez intenta despertar al capitán, llevándose la desagradable sorpresa de encontrar que el capitán del Unity está en muerte cerebral dentro de su sarcófago. Muerto en vida, la máquina lo mantiene vivo, pero más allá de toda posibilidad de ser devuelto a la consciencia.
En ausencia del capitán el oficial científico es despertado y toma el mando de la nave. Se organiza un equipo técnico para reparar las partes mas dañadas. La computadora vuelve a ser reactivada tras seis meses de reparaciones. Se ha perdido casi toda la información sobre el viaje, el banco genético de especies a clonar en destino, los planos para construir edificios, vehículos, herramientas... Solo queda un 20% de información intacta en los bancos de datos de la computadora.
El final del viaje
Se le resta importancia a la pérdida de datos. Por ahora es más urgente e importante enderezar la nave y terminar el viaje. Se calcula la distancia hacia Beta Caeli, afortunadamente la nave lleva décadas viajando por inercia hacia su destino más o menos en la dirección correcta, pero aún quedan unos 20 años más de viaje.
Se toma una decisión necesaria pero difícil: La nave no va a terminar el viaje por sí sola. El equipo de técnicos e ingenieros decide no volver a hibernar, para estar pendiente todo el resto del viaje de la deteriorada nave. Durante esta última etapa del viaje, el Unity tiene una tripulación de unas 150 personas despiertas, que consumen la totalidad de los recursos que la nave tenía reservados para colonizar el destino.
Finalmente, tras muchas penurias, la nave alcanza las inmediaciones del sistema Beta Caeli. La nave está destartalada, la tripulación agotada, envejecida y prácticamente en los huesos debido a su mala alimentación. Muchos de ellos están medio locos por llevar 20 años viviendo como naúfragos. Tras dos décadas solo tienen en mente la obsesión por llegar al destino. Sobre todos pesa la certeza de que aunque terminen el viaje, establecer la colonia va a ser aún mas duro sin nada con lo que empezar.
Sin embargo aún hay esperanza: otra expedición humana se envió a este sistema a la vez que ellos. El Unity espera conseguir ayuda y asilo por parte del Xi Wang, la expedición asiática enviada desde la lejana Tierra hace tanto tiempo, o de sus descendientes.
La nave entra en las inmediaciones del sistema solar, pasa a través de un cinturón de asteroides muy similar al nuestro en camino hacia el cuarto planeta del sistema, el cual parece ser el prometido planeta habitable. Desde mucho antes de alcanzar dicho planeta se comienzan a mandar mensajes en todas las frecuencias y a buscar signos de civilización en todo lo que esté al alcance de la nave. Finalmente los sensores indican una ciudad en la superficie, hay rastros de civilización establecidos en el planeta.
Pero nadie responde.
Esto ya parece un serial, pero era consciente que no podía terminarlo en solo una parte más. Por el momento aquí se queda, espero que la próxima entrega no tarde tanto como ha tardado esta.
Esta entrada va dedicada a mi señora esposa (Moonesia), a mi viejo amigo Dorsai y a Selenio, mi comentarista más fiel, que llevan meses pidiéndome que escribiera esto de una vez. Espero que os guste y que disculpéis que vuelva a dejarlo todo en suspenso. Os prometo que la siguiente parte no tardará tanto y que ira encaminada a terminar la historia para que no se alargue hasta aburrir.
Saludos a todos y gracias por leer.
coñe, ha bajado el espiritu santo y yo estaba de fiesta :D
ResponderEliminarPues cuando me levante lo leo y si tal, comento. Que ya era hora, leñe... eso si, esperemos que la siguiente(s) parte(s) no tarde(n) tanto ^^
tsk la espera ha sido peor que un parto ¬¬
Apasionante Britait, también espero que no se demore la siguiente entrega porque esto es más emocionante que la mayor parte de las series de hoy en día. XD
ResponderEliminarSelenio.
Parece que estabas ahi esperando a que lo posteara pa echarle el guante Dorsai xD
ResponderEliminarEspero tus comentarios cuando duermas la mona, no se si será lo que esperabas, la historia sale sola, no le voy dando un rumbo concreto.
Selenio, me alegro que tambien te guste, hace tiempo que no te veia por aqui.
Por fin!
ResponderEliminarGracias, espero con impaciencia la próxima entrega, espero que lo alargues y no te quedes con un par de capítulos más y ya...
Saludos.
Siempre estoy aquí Britait, aunque a veces me quedo sin palabras.
ResponderEliminarVamos, una poética forma de decir que a veces no se me ocurren comentarios. XD
Selenio.
Buenas...
ResponderEliminarAcabo de localizar esta 'novela' y me he puesto al dia, disfrutandoloa. :))) Esperando al siguiente capitulo.
Solo una cosilla, una pequeña inconsistencia:
En la segunda parte se dice que la Unity tiene capacidad para 500.000 almas, y en esta tercera se comenta que 50.000.
Buf, me gusta como pinta la historia.
ResponderEliminarEl año pasado montamos por tierras gallegas un pequeño vivo de temática muy similar... nave colonia con pasaje en hibernación, viajes interestelares de decadas de duración, y pequeña parte de la tripulación despertada por la computadora para solucionar situación de emergencia ^^
Te lo pondremos fácil.
ResponderEliminarSelenio, Dorsai y yo queremos leer la 4ta. parte y estamos dispuestos a todo para obtenerla.
Si no les temes a ellos, témeme a mí, que estoy más cerca xDDD
Me ha encantado y me ha dejado mordiéndome las uñas!!!
moonesia agregame a mi que tambien estoy de acuerdo con selenio(esta novela es mas interesante que las novelas actuales) :D
ResponderEliminarEsta muy interesante!!! Pero tal relacion de desgracias me ha dejado peor que el telediario de las mañanas... :D Esperamos el desenlace!!!!
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